En una nota titulada “La última batalla de Bitcoin” emitida por el Banco Central Europeo ayer miércoles (30), indica que Bitcoin está llegando a su fin tras el colapso de FTX.
“Ya era previsible” escribía el BCE, que asegura la criptomoneda está en su “último suspiro inducido artificialmente” antes de emprender su “camino hacia la irrelevancia”.
El Banco Central Europeo (BCE) que pretende regular el mercado de ‘criptoactivos’ a través de la Ley MiCA para el 2024, está trabajando en su propia moneda digital (CBDC), el euro digital.
A diferencia de las criptomonedas, estas monedas digitales emitidas por los Bancos Centrales, son controladas, ilimitadas y corren el riesgo de imponer una restricción financiera mucho mayor para sus usuarios.
BCE critica fuertemente al Bitcoin
Continuando, el BCE señala que las transacciones de Bitcoin son «engorrosas, lentas y costosas», ignorando completamente que ya existen soluciones de segunda camada en la red de Bitcoin como Lightning Network que permiten transacciones instantáneas de costo casi cero.
Asimismo, la autoridad monetaria comenta que la criptomoneda es una moneda para delincuentes y asegura que “Bitcoin nunca se ha utilizado de manera significativa para transacciones legales del mundo real”.
No obstante, en el más reciente informe de Chainalysis, la compañía americana especializada en análisis de blockchain, afirmó que las transacciones ilícitas solo representaron el 0,15% del volumen de transacciones de criptomonedas en 2021.
Es innegable que existen muchas contradicciones entre la postura del BCE y lo que realmente sucede en el mercado. De cierto modo, la actitud de la institución demuestra cierto miedo y/o ignorancia hacia los mercados descentralizados.
Además de no considerar a Bitcoin como una moneda, tampoco lo considera como una inversión. Para el BCE, la criptomoneda no tiene ninguna utilidad y su valor no pasa de una especulación.
“No genera flujo de caja (como los inmuebles) ni dividendos (como las acciones), no puede utilizarse productivamente (como las materias primas) ni proporciona beneficios sociales (como el oro)”, escribía en su informe acerca de Bitcoin.
La regulación de las criptos no significa aprobación
De esta forma, advierte acerca de las regulaciones que se están tratando en los mercados de criptomonedas. Según el informe, en muchas de ellas es tardía y no es un sinónimo de apoyo a la adopción.
Además, critica a los entusiastas de Bitcoin que velan por la adopción de estas herramientas tecnológicas creando un ambiente de falsa ilusión. “Persiste obstinadamente la creencia de que hay que dar espacio a la innovación a toda costa”.
Claro está, que el BCE no está de acuerdo con la adopción de las criptomonedas, para la autoridad monetaria los mercados tradicionales deben mantenerse alejados. En ese sentido, instó a los bancos a mantener mucha precaución acerca del uso de estos activos.
“El impacto negativo en las relaciones con los clientes y el daño a la reputación de toda la industria podría ser enorme una vez que los inversores de Bitcoin hayan sufrido más pérdidas”, señalaba el BCE acerca de la adopción de Bitcoin en los bancos.
Por último, no cabe dudas que las acusaciones del BCE hacia Bitcoin son mal argumentadas. Asimismo, ni las regulaciones ni los ataques de censura podrán dañar el funcionamiento de la criptomoneda más importante de la historia jamás creada.